Su corcel está a punto de desplegar alas, faltan apenas unos instantes, puedo sentirlo. Como puedo sentir también el descanso del guerrero que ya, se aproxima.
©2010 FABIANA FV
*La pampa tiene al ombú y yo tengo a mi luna carmesí*
Solos.
En el tiempo y en el espacio.
Y un único deseo:
Fluir.
En el tiempo y en el espacio.
FABIANA FV
Subió al altillo en busca de no sé qué, ella tampoco lo sabía. Allí estaba congelado en un rincón ese baúl añejo, como esperando una mano que acaricie los recuerdos y despierte con un beso el olvido. Ella pareció comprenderlo y lo abrió, acariciando los recuerdos. Y allí estaba él, escondido, como siempre lo había estado, oculto entre las cerrazones de un amor clandestino. Allí se encontraba ella, besando al fin el olvido.
Un escalofrío recorrió su cuerpo íntegra y lentamente. Una música comenzó a sonar, a invadir la atmósfera. Aquellos acordes que habían quedado estacionados en el tiempo estaban ahora de regreso. Y allí estaban ellos, de regreso, envueltos en una melodía en espiral, siendo atrapados, ahora devorados, por un ritmo in crescendo, enardecido y despiadado; aturdidos ahora por los sones de una pasión incomprendida. Y bailaban en una danza prohibida, enredados, sin detenerse, girando alrededor de sí mismos, en una huída constante de ese resto del mundo enardecido y despiadado. Pasión incomprendida, enardecida y despiadada.
Ella cerró los ojos dejándose llevar por un no sé qué, tampoco ella lo sabía. En un instante la música se disolvió en el aire y ella abrió sus ojos. El único ritmo perceptible era ahora el de su respiración agitada y de sus latidos acelerados. Sólo sonaron en su mente unas palabras: Toda música cesa. Hasta en el recuerdo, toda música cesa.
Un caballo alado atravesando mi alma...
Duendes nocturnos poblando este bosque de
arrayanes dorados esculpidos por el hielo de tu recuerdo, reflejos de un amor
ora quebrado por el soplo
de un Eros furioso y hambriendo de venganza.
Senderos ocultos sin fin y un hada de corazón de marfil
deambulando solitaria en una búsqueda incierta de lo finito e imperdurable.
Una cascada de cristales púrpura penetrando mis venas en un
viaje por mi inmensidad toda, desangrando mi inconsciencia,
desgarrando mi deseo.
Un caballo alado. Más allá, el
infinito.©2008 FABIANA FV
Manuel Belgrano
(creador de la bandera argentina)
20 DE JUNIO, DÍA DE LA BANDERA
FOTO: SERGIO MARTINO